Redes virtuales para la gestión del conocimiento en innovación rural
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The following article was first published in Media Development 2/2014.
La sociedad de la información: ¿Es también de los pueblos indígenas?
Mg. Gina Gogin Sias
“Desde principios de la década de los noventa, numerosas ONGS en el Perú han
introducido la capacitación y/o formación de líderes como tarea prioritaria (…) El peso
que va asumiendo esta particular apuesta por el desarrollo, llevó a que … se considerara
pertinente estudiar cómo las instituciones … estaban encarando el reto de formar
líderes y cómo encajaba dentro de los procesos de cambio que esta agencia de
cooperación consideraba centrales: la democratización, la participación ciudadana y la
descentralización. De particular importancia resultaba realizar un balance de los
programas de formación de líderes para comparar estrategias, propuestas pedagógicas,
logros y debilidades, y su efecto en los procesos de desarrollo y democratización. Otro
propósito principal era examinar los vínculos entre las experiencias ejecutadas y
elaborar propuestas para el futuro.”1
¿Cómo se conoce y/o aprende? La cultura: ¿importa?
El presente texto tiene como propósito principal, profundizar en el ámbito de lo que se
conoce como capacitación y/o formación, en el campo de las ONGS; incorporando
además la discusión y reflexión sobre el término “líderes”.
Sin embargo nuestra perspectiva no se centra en lo que nosotros llamamos el
“paquete teórico-metodológico”, que el alumno (líder, dirigente, etc.), debe aprender; si
no en tratar de pensar en qué entendemos por aprendizaje.
Más aún, quisiéramos también invitar al lector a pensar en preguntas como: ¿en qué
consiste el aprendizaje?, qué es el conocimiento?, cómo se conoce y/o aprende?; y
finalmente ¿quiénes son los actores que llevan a cabo las actividades de capacitación y
formación, así como los participantes?, es decir los que componen el auditorio .
Pues este tipo de actividades, desde una perspectiva comunicacional, y el Enfoque de
la Comunicación para el Desarrollo, constituyen el foco crucial de todo proyecto de
desarrollo; es decir, la relación entre los llamados -promotores, técnicos, etc., y los
beneficiarios- (sean o no líderes).
Como se afirma en un artículo del Grupo Chorlaví, “En términos generales, por
aprendizaje se entiende un cambio constante en las estructuras cognitivas y
comportamientos de los sujetos a partir de la interacción del entorno y donde el
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conocimiento no corresponde a una realidad externa a los sujetos, si no a un proceso
de construcción llevado a cabo por ellos mismos”.2
Pero es el mundo de la vida cotidiana, el fundamento incuestionado para construir la
concepción natural del mundo que los sujetos realizan, según la matriz cultural de
procedencia. Por ello, quizás estas concepciones son tomadas muchas veces como “precientíficas”;
desconociendo que es lo pre-científico la realidad que parece evidente para
los hombres y mujeres -comunes y corrientes-.Por ello es desde esta realidad, el mundo
de la vida cotidiana; únicamente desde este escenario, puede constituirse un mundo
circundante, común y comunicativo. Además sólo dentro de este ámbito podemos ser
comprendidos por nuestros semejantes, y sólo en él podemos actuar junto con ellos.
¿Para qué sirve la comunicación para el desarrollo?
Muchas experiencias del campo del desarrollo y la promoción social han demostrado en
los últimos años, que es posible encontrar formas efectivas de usar la disciplina de la
comunicación social para contribuir a dinamizar y acelerar los ritmos del desarrollo. Esto
sólo es posible cuando la comunicación se convierte en un elemento integral del
proyecto y del proceso de desarrollo; y cuando se la ejecuta de forma estratégica y
profesional.
A pesar que este tipo de constataciones han demostrado el importante rol que juega
la comunicación en el desarrollo, creemos que aún es necesaria una intensa labor de
difusión para contribuir a que la “comunicación para el desarrollo” sea aceptada en los
distintos ámbitos comprometidos (el del propio desarrollo, el académico, el político,
etc.), como el factor integral de los proyectos de desarrollo.
La “comunicación para el desarrollo” es una forma particular de hacer comunicación.
Esta particularidad se debe a que este tipo de comunicación busca, propicia, que los
individuos y las comunidades se apropien tanto de los mensajes, como de los medios
(en términos de contenido y proceso). Por tanto, se trata de un proceso de
comunicación que otorga poder (empodera) a la comunidad, que busca dar voz a los no
escuchados, que es de “muchos-a-muchos”; y que pone el énfasis en contenidos y
temáticas locales.
Por ello, quienes trabajamos en este ámbito debemos comprometernos a convencer
a otros, del valor de este enfoque; ya sea publicando, promoviendo el debate, o
socializando la información más actualizada; y por supuesto, continuar investigando y
sistematizando experiencias de desarrollo con perspectiva comunicacional.
Una de las premisas en que basamos la importancia de incluir el enfoque de la
“comunicación para el desarrollo” en los programas y proyectos de desarrollo, se refiere
a las profundas transformaciones que ha sufrido la sociedad global. Por citar algunas:
los desarrollos recientes en tecnología de la comunicación, los cambios en los sistemas
políticos y en los medios; así como los nuevos problemas que trae el desarrollo sugieren
la necesidad de asignarle a la comunicación un papel más amplio, y radicalmente
diferente, dentro de los programas para el desarrollo.
El enfoque que nos brinda la “comunicación para el desarrollo”, sostiene que la
comunicación es un factor determinante en la facilitación de la gente en el acceso a la
información; por tanto en posibilitar también que sea la propia gente la que tome el
control de sus propias vidas y establecer sus propias agendas en relación al desarrollo
político, económico y social. En particular, puede contribuir a amplificar las voces de los
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económica- y políticamente marginados, incorporándolas a los debates públicos y
políticos del conjunto de la sociedad.
La información no se debe reducir a permitirle a la gente saber lo que debería hacer
o pensar. La información es poder. Les permitiría a los individuos y comunidades
construir su destino y hacer realidad sus aspiraciones. Esto sólo es posible si la
información, se convierte en conocimiento. Para lo cual, hay que trabajar en la
perspectiva de la “gestión de la información”.
Pues los principios de la comunicación para el desarrollo están enfocados hacia el
uso de una comunicación transparente, directa, de “muchos hacia muchos”, porque
deberá ser producida desde las propias comunidades afectadas. Ellos deberán ser los
protagonistas de su propia historia.
El conocimiento tradicional en la visión indígena3
Los Pueblos Indígenas del Área Andina de Sudamérica, somos pueblos que
desarrollamos nuestra civilización basados en el conocimiento del cosmos, la
naturaleza, los pisos ecológicos y la variación del clima. Este conocimiento favoreció el
desarrollo de la tecnología para la diversificación de los principales recursos alimenticios
y medicinales.
Los andenes que eran laboratorios donde se experimentaban el desarrollo de la
genética para conservar y diversificar las plantas alimenticias permitían, a su vez,
elaborar y aplicar los mejores abonos naturales permitiendo que los conocimientos
sobre los recursos genéticos y la tecnología pudieran alimentar adecuadamente a los
pobladores de la civilización inca, que abarcaba casi toda Sudamérica.
Había un gran conocimiento del comportamiento del clima, de plagas y calidad de los
suelos, la conservación y constante innovación en el conocimiento de los recursos
genéticos significaban la seguridad de contar con alimentos sanos en calidad y cantidad
para la población.
La visión indígena andina es la de criar la vida en forma heterogénea para el
bienestar de todos los que integran el entorno: la naturaleza, los animales, los seres
humanos, y no homogenizarla o privatizarla sólo en beneficio individual y económico.
Si la biodiversidad vista desde la alimentación humana es la seguridad de la vida, es
un bien colectivo que sirve a la sociedad comunal para garantizar la vida misma,
entonces el conocimiento sobre ella es de dominio y uso colectivo.
Actualmente podemos encontrar ferias tradicionales en zonas muy alejadas de las
urbes donde no aceptan las monedas, porque si quiere comprar un producto o bien en
su comunidad no tiene el mismo valor de uso ni de cambio.
En las comunidades andinas actualmente el cambiar, regalar o vender una variedad
de semilla de cualquier recurso genético es una acción libre, basada en la tradición.
Esto quizás se deba a que hay una clara diferencia en la producción, los
conocimientos y recursos de cada zona o piso ecológico. Pues, hay una visión y práctica
del disfrute colectivo de lo que la naturaleza provee, porque el fruto de la tierra, aunque
sea con la mano y esfuerzo de las personas, para los indígenas es la bondad de la Madre
Tierra.
¿Quién es un intelectual y quién no lo es, quienes son los intelectuales
verdaderos?: El intelectual pobre
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Los intelectuales, así como los artistas, gozan de un capital simbólico que les da el
reconocimiento, la consagración, y el respeto social. Aunque no formen parte de los
sectores dominantes, sin embargo, dominan en tanto que poseen los privilegios que
confiere la posesión de un capital cultural.
Pues el capital que poseen es de un tipo muy especial, porque es instrumento de
apuesta, competencia y rivalidad en el seno mismo del campo. A esto se le añade que la
naturaleza del reconocimiento no se mide en términos de dinero ni éxito comercial.
Pero, hay que precisar que el campo intelectual, en el que incluimos aspectos como la
instrucción, la educación institucional y la no institucional, es el campo en el que se
expresa de forma explícita la diferenciación social.
Hay que reconocer también, que los nuevos núcleos generadores de ideas, de
sentido que se producen en los sectores subalternos, nunca alcanzan ni en
permanencia, ni en magnitud, a la fase monopólicamente administrada por los que
detentan el poder simbólico, el de la producción y conocimiento.
Por eso, serán siempre una minoría cognitiva, frase que encontramos adecuada para
designar a grupos sociales que también son productores de ideas, saberes y
conocimiento. Es decir que pueden entrar a la categoría que presentamos,
atrevidamente: el intelectual pobre. Pobre, pero de recursos cognitivos, de acceso a la
información académica, y a los campos del saber oficial.
En el mundo actual ya es común la presencia de las nuevas tecnologías de
información y comunicación, que prometen “desarrollar y modernizar” a la humanidad.
Los pueblos indígenas de América Latina no están exentos de estas promesas, pese a la
marginación y abandono en que viven.
La existencia de la red de internet no es un fenómeno aislado, está relacionado con la
digitalización y la multimediatización de las tecnologías de comunicación, con la
globalización económica y la homogenización social. Estos fenómenos, mientras para
unos se han constituido en una oportunidad, para otros son una amenaza.
“El actual proceso de transformación del escenario mundial tiene tres grandes
vertientes: la económica, que define el acceso a las cosas; la política, que define las
relaciones del poder; y la ideológico-cultural, ocupada con el significado y el sentido.”
Estas relaciones entre el poder y la tecnología digital contribuyen a sobrepasar las
fronteras existentes entre países. Por tanto para la clase económicamente poderosa, la
globalización se ha constituido en una gran oportunidad, porque la apertura de los
mercados permite una mayor integración económica, más crecimiento, mayor acceso a
mercados, mayor acumulación y concentración de riquezas.
Esta concentración económica creciente excluye a los más pobres y por supuesto
afecta enormemente a los pueblos indígenas, porque profundiza la brecha existente
entre los que más tienen y los que menos tienen, incrementa las necesidades
económicas y sociales, genera desempleo y disminuye las posibilidades de los sectores
excluidos de acceder al poder político, económico, cultural, tecnológico y científico.
Los movimientos sociales, los grupos indígenas, los sindicatos y otros grupos y
organizaciones en todo el mundo están buscando la manera de contrarrestar este
poder e implantar una verdadera democracia. Una de las formas más importantes es
precisamente a través del uso de las nuevas tecnologías.
En América Latina estas experiencias no son nuevas, pues como veremos en la
segunda parte de esta tesis, los medios de comunicación han sido utilizados por
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movimientos populares, obreros e indígenas desde los años 40 para apoyar sus
demandas. El uso del internet para los mismos propósitos está un poco más limitado
por la falta de acceso a las nuevas tecnologías, pero es muy probable que en poco
tiempo la libertad de expresión, las pocas posibilidades de control y censura y la libre
circulación de información a nivel mundial que ofrece el internet lo conviertan en un
importante instrumento de lucha popular e indígena en América Latina.
Por el otro lado, para acceder a las nuevas tecnologías se requiere de una
computadora y una línea telefónica, por lo menos. Pero los pueblos indígenas de
América Latina en la mayoría de los casos no cuentan con los servicios básicos como la
educación, el agua potable, la electrificación o las líneas telefónicas, lo que los mantiene
aislados del resto de la sociedad tanto de sus propios países como internacionalmente.
Frente a esta constatación surge la pregunta: Puede el Internet aportar en el desarrollo
de los pueblos indígenas y contribuir a una verdadera democracia?
Las TIC son herramientas fundamentales para la implementación de la Sociedad de la
Información. Éstas determinan la forma en que son comunicados el conocimiento y la
información. Para los pueblos indígenas la pregunta esencial es si fuese posible utilizar
esta tecnología no-indígena en sus contextos culturales sin arriesgarse a perder su
propia identidad cultural. La identificación de los desafíos y las potencialidades de las
aplicaciones de las TIC con respecto al debilitamiento o el refuerzo de las culturas
indígenas fue, en consecuencia, un tema predominante.
Dentro de este contexto se abordaron seis áreas de interés:
Desafíos y potencialidades de la participación de los pueblos indígenas en la
Sociedad de la Información;
Conservación digital del conocimiento indígena y de las expresiones culturales
indígenas;
Consideraciones sobre las TIC y el enfoque indígena de la comunicación;
Problemas relacionados con la diseminación de la información;
Necesidad de capacitación de los pueblos indígenas en el uso de las aplicaciones
de las TIC;
Acceso a las TIC y a los efectos de la brecha digital en los pueblos indígenas.
En lo que respecta a la participación de los pueblos indígenas en la Sociedad de la
Información, se enfatizó en general que ésta debería darse en sus propios términos.
Muchos cuestionarios recalcaron que los pueblos indígenas deben ser capaces de
determinar el uso y la aplicación de las TIC en sus comunidades, a menudo indicando
también que esto debería hacerse de una forma culturalmente apropiada. De nuevo, se
manifestó la preocupación por cuestiones relacionadas con la dimensión ética del
conocimiento tradicional.
La diseminación a través de los medios de comunicación, incluyendo los medios vía
Internet, de información racista, estereotipada, parcializada o equivocada sobre los
pueblos indígenas y sobre sus situaciones, fue una preocupación predominante. Así,
muchos de los cuestionarios subrayaron las potencialidades de las TIC para el combate
contra el racismo. En principio, se vieron dos posibilidades para contrarrestar este tipo
de información y para trabajar por un mejor entendimiento intercultural:
El establecimiento de medios de comunicación de los propios pueblos indígenas;
La producción de contenidos por los propios pueblos indígenas para la
educación del mundo no-indígena.
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El Internet en especial fue considerado como una herramienta importante para la
educación intercultural, para el combate del racismo al que se enfrentan los pueblos
indígenas, así como para fomentar una mayor comprensión de los valores de las
culturas indígenas. No obstante, se señaló también que estos problemas no pueden
resolverse solamente por medio de las TIC, sino que se requeriría también una
interacción intercultural directa.
Además, se mencionó que los pueblos indígenas necesitarían una capacitación
técnica. Adicionalmente, éstos deberían someter a consideración cuestiones como la
forma de presentar su información al mundo no-indígena. Finalmente, se recalcó que la
digitalización de contenidos indígenas tiene que ser llevada a cabo por los propios
pueblos indígenas a fin de evitar otra distorsión de su realidad.
La posibilidad de sensibilizar a una comunidad global acerca del racismo de que son
objeto los pueblos indígenas se identificó como una segunda función del uso de las TIC
y en especial del Internet. Las TIC ofrecerían la oportunidad de dar información
detallada sobre los casos de racismo.
El establecimiento y el control de los medios de comunicación indígenas por parte de
los propios pueblos indígenas fueron vistos en general como un medio esencial para
ofrecer una alternativa a la información con prejuicios y para difundir contenidos desde
una perspectiva indígena sobre asuntos relevantes para los pueblos indígenas. Además
de contribuir a la educación del mundo no-indígena sobre el punto de vista indígena, los
medios de comunicación indígenas fueron vistos también como una importante
herramienta para proporcionar información a los pueblos indígenas.
Sin embargo, varios cuestionarios indicaron que no era fácil para los pueblos
indígenas establecer y controlar sus propios medios de comunicación debido a los
monopolios de los medios de comunicación no-indígenas y a las políticas
gubernamentales. En este contexto, se mencionó también que el acceso de los medios
de comunicación indígenas a frecuencias de radio y TV era difícil. Además, se recalcó
que muchos de los medios de comunicación indígenas son financiados por agencias del
gobierno, lo que los hace vulnerables a las políticas gubernamentales sobre medios de
comunicación de turno, con el consecuente efecto de esto sobre el apoyo financiero
recibido y sobre su infraestructura.
Esto representaría un serio problema dada la dificultad de hacer los medios de
comunicación indígenas económicamente viables; dificultad que a su vez está
condicionada por la situación de minoría de los pueblos indígenas.
Finalmente, varias respuestas enfatizaron que es necesario establecer
procedimientos por medio de los cuales los pueblos indígenas puedan controlar la
diseminación del contenido sobre sus culturas y prevenir así la extensión de
información racista, estereotipada o culturalmente ofensiva.
Notas
1. Libro “La persuasión del cambio”. Díaz Albertini Javier, Heredia Nadine. Escuela para el Desarrollo. Lima-
Perú.
2. Grupo Chorlaví: Proyectos de aprendizaje social. Marzo 2005.
3. Tomado de un artículo de Tarcila Rivera, Directora de CHIRAPAQ.
Mg. Gina Gogin es Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de Lima, Magíster en
Antropología por la PUCP, con estudios de especialización en Investigación Cualitativa e investigación de
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mercados en Ecuador, España y Chile. Desde hace 34 años trabaja en docencia universitaria y consultoría de
proyectos de desarrollo en las áreas de Comunicación para el Desarrollo, Investigación de campo, Gestión
de proyectos y captación de fondos, Capacitación de relacionistas comunitarios, promotores y trabajadores
de campo en general, y diseño de talleres de capacitación. Amplia experiencia en investigación de campo en
zonas urbanas, rurales andinas y amazónicas como evaluadora de proyectos, investigadora cualitativa y
participativa. Ha participado como consultora e investigadora independiente en proyectos de instituciones
públicas y privadas, así como de organismos nacionales e internacionales como CIESPAL, el Área de
Proyectos Sociales de la Embajada de Holanda, el Proyecto Salud y Nutrición Básica del MINSA, el Proyecto
Pro-Joven del Ministerio de Trabajo, la ONPE, el Instituto de Investigación Nutricional, Arellano Consultores,
Chirapaq (Centro de las Culturas Indígenas), Swisscontact, entre otras. Ha escrito numerosos artículos en
revistas del Perú y del extranjero, así como también algunos libros; entre ellos algunos textos sobre Minería
y Comunicación.
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